La cerveza de estilo Quadrupel forma parte de la ‘familia’ trapense ya que esta es originaria de la Abadía de Nuestra Señora de Koningshoeven – La Trappe, en Países Bajos, perteneciente a la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia, o también denominada Orden de la Trapa.
Esta orden monástica, de larga tradición cervecera, tiene su origen a su vez en la Abadía de Nuestra Señora de La Trappe en Normandía, Francia.
Las cervezas trapenses se caracterizan por contar con una fermentación alta, lo cual se traduce en una graduación elevada. Dentro de estas, hoy reguladas con el sello Trappist® de la Asociación Internacional Trapense, se reconocen categorías tales como Dubbel, Tripel y Quadrupel, diferenciadas principalmente por su grado alcohólico.
El origen de esta denominación, aunque existen varias teorías al respecto, podría proceder del antiguo hábito de diferenciar la graduación de la cerveza poniendo más o menos cruces al recipiente, haciendo así visible si era más fuerte o más ligera.
¿Cuáles son las características de las cervezas Quadrupel?
Las cervezas elaboradas dentro del grupo de las trapenses se diferencian entre sí por la cantidad de malta utilizada, su coloración y su grado alcohólico. De todos los subgrupos de esta categoría, la cerveza Quadrupel es la más fuerte. De hecho se la considera como una evolución de los tipos Dubbel y Tripel.
La Quadrupel se caracteriza visualmente por ser una cerveza muy tostada, de tono oscuro anaranjado o rojizo, con una capa de espuma color marfil muy cremosa y abundante. En cuanto a su sabor, intenso, destacan sus toques dulces con un amargor fácil. Su nivel alcohólico suele situarse alrededor de los 10 grados, pudiendo llegar incluso a 14.
En las cervezas Quadrupel destacan los matices de la malta muy tostada, el sabor del caramelo, especias, ésteres y licor. La combinación de sabores las hacen muy ricas al paladar. También se puede encontrar en ellas aromas de fruta madura y chocolate. Son licores de mucho cuerpo, donde predomina de entrada el dulzor de la fruta y la malta, y ofrecen un final alcohólico y seco.
Es por todas estas características que muchos consideran la Quadrupel como una de las cervezas más complejas.
