La importancia de la espuma en la cerveza

La importancia de la espuma en la cerveza

La cerveza es una de las bebidas preferidas de muchas personas que en muchas ocasiones ofrece una experiencia que va más allá de un sabor irrepetible. Pero, ¿te has parado a pensar en la importancia de la espuma en la cerveza? ¿Para qué sirve esta espuma y cuál es su objetivo? Ten en cuenta que la espuma realza la estética, el aroma y los matices. Y mucho más.

La espuma protege el aroma y el sabor

La espuma se sitúa en la parte más alta de la jarra. Para conseguir el nivel de espuma ideal, es importante servir la bebida adecuadamente. Se recomienda poner en vaso con la inclinación de 45º al servirla, de tal forma que la cerveza se deslice por el mismo, colocándolo al final en posición vertical para que acabe formándose una corona de espuma en la parte superior.

Conviene, claro está, evitar los movimientos bruscos al depositar el producto en el vaso. Por otra parte, debemos recordar que la bebida ha de tener una temperatura fresca, aunque acorde al estilo que estemos tomando. Normalmente el fabricante suele recomendar esa temperatura de consumo.

La espuma tiene tanta importancia en la cerveza que, incluso, posee un nombre propio. Se llama giste, un concepto que está integrado en el diccionario de la Real Academia Española.

Conviene recordar que cada receta presenta sus propias características. Algunos productos se caracterizan por un giste abundante, mientras que otros tienen menos burbujas. Sin embargo, eso no determina el nivel de calidad de la bebida.

El aspecto final depende, en definitiva, de la esencia propia de la bebida y de los ingredientes que la componen. Quien cata una cerveza con espuma aprecia con más nitidez sus matices y aromas, ya que ayuda a retenerlos. Ten en cuenta que está vinculada con el proceso de fermentación..

La corona no solo influye en la imagen, sino que protege las propiedades del producto. Por ejemplo, impide que el aire entre en contacto directo con la fórmula. Habitualmente presenta un color blanco, pero el color cambia dependiendo del estilo cervecero en cuestión.

El vaso elegido también puede condicionar el nivel de formación de la espuma. Y, de nuevo, cada estilo de cerveza tiene su vaso o copa recomendada.

Además, el recipiente debe estar perfectamente limpio. Y no debe contener restos de ningún otro ingrediente. Ten en cuenta que, en caso contrario, el elemento entrará en contacto con la bebida.

El giste se sitúa en la parte más alta, formando una corona. Como puedes deducir, su ubicación en el vaso muestra el nivel de relevancia que tiene para el consumidor. Cuando tomas el primer sorbo, la parte espumosa entra en contacto directo con tu paladar. Experimentas su textura, su intensidad y sabor.

Sabemos que la búsqueda de la cerveza ideal está alineada con los gustos y preferencias individuales. Algunas personas prefieren que su bebida tenga una buena cantidad de giste. Pero para gustos, los colores.

 

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